Estos movimientos por muy pequeños que puedan apreciarse, cuentan con un trasfondo esencial en la comunicación. ¿Te gustaría aprender a interpretar a los otros incluso cuando están en silencio?
El estudio de la comunicación no verbal te permite conocer si una persona está mintiendo o si está manifestando sentimientos de ira, curiosidad o tristeza. Mediante la observación y el dominio de la comunicación no verbal podemos descubrir un mundo asombroso que pocos perciben.
1. Gestos
¿Alguna vez has saludado a alguien con solo un gesto? Se trata de una práctica común que nos demuestra que no necesitamos hablar de forma exclusiva para hacernos entender.
Podemos definir a los gestos como un tipo de movimiento que desempeñamos con diversas partes del cuerpo. Por ejemplo cuando realizamos una señal de aprobación alzando nuestro dedo gordo.
Existen muchos ejemplos de gestos. Además, se trata de uno de los tipos de expresiones corporales más utilizados de todos. Gracias a los gestos demostramos nuestra opinión o incluso podemos dar órdenes.
Por ejemplo, cuando llevamos nuestro dedo índice a los labios para pedir silencio o cuando señalamos algo para dirigir la atención de alguien hacia ese objeto.
2. Expresión facial
Conforma una parte fundamental en la comunicación tanto verbal como no verbal. Reconocemos a las expresiones faciales como movimientos generados utilizando alguna parte del rostro.
A menudo, la expresión facial denota aquello que sentimos en un momento determinado. Por ejemplo, la rabia a menudo se acompaña de un ceño fruncido.
De acuerdo al entorno, a las circunstancias y a la compañía podemos adoptar una u otra expresión facial. Por ejemplo, no mantenemos el mismo semblante cuando nuestro equipo favorito de futbol va ganando que cuando va perdiendo.
Reconocer las expresiones faciales desde los gestos más notorios hasta los más sutiles nos permite comprender qué siente una persona en un momento determinado. Esto es de gran importancia en el ejercicio de la psicología y de muchas otras carreras.
3. Postura
Es otro de los diversos tipos de expresión corporal, puesto que la postura que adoptamos es capaz de transmitir ciertos estados emocionales. Por ejemplo, si adoptamos una postura erguida podemos proyectar seguridad y confianza.
Mientras que si adoptamos una postura cabizbaja y de hombros hundidos podemos dejar en evidencia que algo nos ocurre. Por ejemplo, que estamos abrumados o que sentimos desconfianza.
Nuestras emociones son un factor determinante para adoptar una determinada postura, por lo que es valorado como un gran componente de la expresión corporal.