Lo único que resulta evidente dentro del universo de la mentira, es que hay muchos matices y todo depende del punto de vista desde el que se analizan las situaciones. Son muchos los autores que a lo largo del tiempo han investigado el fenómeno del engaño entre humanos y cada uno ha propuesto diferentes formas de clasificar la mentira.

Es el caso de Bella DePaulo, una psicóloga social y reconocida investigadora a nivel mundial, por sus importantes trabajos en el campo de la psicología del engaño y detección del mismo, a partir del comportamiento verbal y no verbal.

Clasificación de las mentiras

La autora propone la siguiente clasificación para las mentiras:

DePaulo et al (1996):

DePaulo et al (2003):

Tipos de mentiras

Mentiras descaradas (outright lies)

Las mentiras descaradas, son aquellas mentiras en las que la información que se ofrece es totalmente diferente a la verdad o contradictoria a ésta. Son casos en los que la información que se asevera, difiere completamente con lo que realmente ha ocurrido, mediante la invención de otro hecho, o porque lo contradice. 

Por ejemplo, un marido que le dice a su esposa que ha estado con los amigos, jugando a las cartas (invención de un hecho), cuando en realidad ha estado con su amante. O el adolescente que le dice a su madre que no ha estado bebiendo cerveza en el colegio (contradice la verdad).

Exageraciones (exaggerations)

Las exageraciones son un tipo de mentira en las que las personas que mienten exageran los hechos o transmiten una impresión que excede a la verdad. En este caso, no se inventa algo diferente a la verdad, ni tampoco se contradice, sino que se trata de una amplificación de lo que ha sucedido.

Por ejemplo, en un contexto sanitario, alguien puede simular ante el/la doctor/a que se está más enfermo de lo que realmente está, para quedarse en casa y evitar acudir al trabajo o a un compromiso al que no desea ir. También se pueden exagerar unas disculpas, por haber llegado tarde o cualquier otra causa similar.

Mentiras sutiles (subtle lies)

Las mentiras sutiles, a diferencia de las dos anteriores, no consisten en inventar nada y tampoco exagerar algo. Este tipo de mentiras se construyen con omisión de detalles relevantes. Y también al decir verdades literales, diseñadas para engañar.

Por ejemplo, un cliente recibe un producto en mal estado y exige la devolución del dinero a la empresa que se lo ha vendido. Pero ésta le dice que, por su política, no hacen devoluciones de dinero y que pueden bonificarle con un descuento en otra compra. El cliente, hace una reseña pública de la empresa, donde declara que no han querido ayudarlo.

Este hecho no es del todo cierto. La empresa le ofreció una solución, solo que no era la que este quería. El cliente omite este detalle para proyectar la imagen que desea de sí mismo y perjudicar a la de la empresa.

Tipos de mentiras

Mentiras de bajo riesgo (low – stake lies)

Otra forma de clasificar las mentiras, propuesta por DePaulo et al. (2003), es en función del riesgo que suponen. Las mentiras de bajo riesgo son mentiras cotidianas, destinadas a evitar la tensión o el conflicto en las interacciones sociales. Y se usan para mantener la armonía en las interacciones. 

Son ocasiones en las que se prefiere mentir, a decir lo que se piensa realmente, con la intención de evitar un conflicto o mantener las expectativas generadas en las interacciones. Estas mentiras son intrascendentes y por lo general, las personas no se sienten mal por contarlas. Un ejemplo es cuando alguien le dice a su pareja que es la más atractiva de toda la fiesta.

Mentiras de alto riesgo (high – stake lies)

Las mentiras de alto riesgo, son un tipo de mentira de mayor trascendencia. No son tan habituales y normalmente están destinadas a ocultar o no contar la verdad sobre un hecho trascendente e importante.

Por ejemplo, cuando un político niega su implicación en un determinado escándalo. O un contrabandista niega tener algo que declarar en aduanas. O cuando un sospechoso niega su participación en el crimen que ha cometido o participado. Son mentiras que ocultan la verdad sobre hechos importantes, en los que, lo ideal, sería que lo verdadero saliera a la luz.

Bella DePaulo y la comunicación no verbal

En 2006, Bella DePaulo y el doctor Charles Bond hicieron un estudio para determinar estadísticamente en qué medida las personas son capaces de darse cuenta de que les están mintiendo. Para ello, analizaron decenas de miles de actuaciones individuales.

DePaulo y Bond concluyeron que las personas tan solo pueden diferenciar la verdad de la mentira un 47% de las veces. Parece que, detectar una mentira de forma natural, es algo que puede ser complicado. Sin embargo, a todos nos gustaría saber cuándo nos están mintiendo. Hay medios para lograr que esta situación cambie.

Aunque la conducta del mentiroso no se puede medir a través de un indicativo universal, sí se puede aprender a identificar diferentes signos verbales y no verbales, que ayudarán detectar mentiras, contribuyendo a que nuestras relaciones sean más transparentes. Más información sobre herramientas y señales para detectar mentiras en nuestro curso.


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