Cuando hablamos de apariencia, no solo nos referimos a la marca de la ropa o si uno va vestido formal o informal. El hecho de llevar mascarillas o guantes por cuestiones higiénicas son elementos extraordinarios que, de algún modo, también condicionan las relaciones y afectan a nuestro comportamiento en las forma anteriormente mencionadas.
Si alguien lleva este tipo de vestimenta, la forma de saludarse e interactuar será mas distante y fría. A eso se le suma que, si parte de la cara (boca o nariz) no es visible durante las interacciones, la desconfianza aumenta automáticamente. El hecho de llevar cubierta parte de la cara limita la cantidad de información no verbal de las expresiones faciales, una de las fuentes de información más importantes que usamos para saber cómo está la otra persona o qué intenciones tiene.